Todos los textos que hablan sobre gestología advierten que
se debe tener mucho cuidado en relacionar adecuadamente los gestos a lo que se
intenta transmitir. Un gesto dice mucho más que mil palabras y a la medida que
aprendemos a controlarlos, controlaremos también la manera en que serán
transmitidas nuestras informaciones e intereses.
Nuestros gestos nos representan y nos preceden, a medida que
los dominemos, dominaremos la forma de comunicarnos.
Para dominar de forma consciente nuestros gestos y para
tener mejor y mayor control sobre ellos, debemos servirnos de nuestra mejores
herramientas, una de ellas es la técnica del espejo y las repeticiones
constantes y perseverantes unidas a ejercicios de actuación y de sonrisas
simuladas. Debemos perseverar constantemente hasta que controlemos cien por
ciento tanto nuestros gestos como nuestras sonrisas, de ello depende el triunfo
en uno de los objetivos más codiciados de todo ser humano, el control total de
la comunicación y de la sociabilidad y finalmente, el liderazgo.
Poseemos una herramienta más a nuestro favor, es la facultad
de observación. En el cine o la TV existen mucho material del que podemos disponer
para ejercitar nuestro nuevo rol de vida…, observe bien y con mucha atención a
los artistas principales, estudie sus gestos, sus movimientos y sus dicciones,
no deje escapar ninguna información, finalmente todas son útiles y necesarias…,
luego, practique y practique hasta el cansancio, practique con fe e interés y
si ve que cae, levántese y vuelva a comenzar.
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