Hablar con las manos,
sonrojarse, caminar como si estuvieses arrepentido o re-caído, poner cara de
horror, reír con inseguridad, sudar…, son actos que traicionan la veracidad de
lo que pretendes comunicar, cercenan tus emociones y confunden tanto tus
pensamientos como la confianza de quien recibe el mensaje.
Debes aprender a
identificar y controlar tus mensajes corporales, aquí te dejo algunos tips que te pueden ayudar.
Educa tu cuerpo y controlará la comunicación:
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Lo
primero que debes ejercitar es la posición de tu cuerpo.
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Evita
las malas posturas al sentarte. Nunca te alejes de tu interlocutor. Es buena
idea apuntar el cuerpo hacia donde apunta la vista, o sea, hacia el hablante.
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Evita
bloquearte, no cruces piernas o brazos.
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Mantén
siempre una postura recta sin necesidad de llegar a la rigidez. De este modo respiras
mejor y contraes tu diafragma, además, ayuda en la autoconfianza.
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Evita los gestos innecesarios
con tu mandíbula o frente. Debes estar siempre relajado y natural.
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Mantén tu tonalidad,
intensidad y ritmo, se espontaneo y abierto. De este modo aumentará tu
confianza.
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Mantén siempre tu mirada en la
del interlocutor o por lo menos en el área entre frente y nariz.
·
Sonríe. Así como creas
simpatía, te hace sentir cómodo.
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Piensa siempre en positivo y
evita discutir.
Si mantienes estos
consejos, tu interlocutor notará en forma inconsciente gran seguridad en ti y
tus ideas son percibidas con gran interés y confianza. Debes realizar estos
ejercicios con perseverancia y a diario, aunque sea 15 minutos diarios y mucho
mejor, frente al espejo.